La dieta Atkins es una dieta muy popular y conocida a nivel mundial, pues asegura una rápida disminución del peso comiendo lo que otras muchas dietas prohíben.
“El truco” para adelgazar es consumir grandes cantidades de proteínas y muy pocos carbohidratos.
La dieta Atkins se basa en:
- Consumo casi exclusivo de proteínas (90%) procedentes de:
Carnes (ternera, cerdo, ciervo, cordero), Pescados y Mariscos (Bacalao, Atún, Lenguado, Sardinas, Salmon, Alemjas, Calamar, Langostino, etc), Aves (Pollo, Pavo, Perdiz, Codorniz, etc), Huevo, Queso, Yogurt. Los embutidos están permitidos.
- Consumo de una mínima cantidad de carbohidratos (10%) extraídos de:
Determinadas Verduras y Frutas
- Queda prácticamente prohibido el consumo de:
Pastas, Harinas, Arroz, Pan, Legumbres, Azúcar, Bebidas alcohólicas, Bollería.
- Las grasas y aceites, aunque en pequeñas proporciones, están permitidas.
Aceite de Oliva, Mantequilla, Mayonesa (sin azúcares añadido), Aceites vegetales como por ejemplo el de girasol.
La dieta Atkins culpa a la hormona insulina del aumento de peso, por ello, el azúcar o cualquier carbohidrato son, según considerados los alimentos más peligrosos. Sin embargo no lo son las grasas, pues si se consumen grasas se estimula la secreción de acetona, suprimiendo la sensación de hambre.
Cuando el organismo no tiene carbohidratos para generar energía empieza a quemar las grasas, produciendo los cuerpos cetónicos. El resultado es una situación metabólica de cetosis, debido al incremento de cuerpos cetónicos en sangre.
La dieta Aktins es una de las denominas dietas cetogénicas y produce:
- Falta de apetito
- Halitosis o acetona en el aliento
- Estreñimiento (por la insuficiente ingesta de fibra)
- Aumento del colesterol sanguíneo y riesgo cardiovascular por el consumo de grasas saturadas
- Aumento de los niveles de ácido úrico
La dieta Atkins no es una elección saludable para perder peso porque:
- Conlleva a un desequilibrio en el aporte de nutrientes al excluir hidratos de carbono, leguminosas, frutas y verduras
- Suele ser rica en grasas
- El elevado consumo de proteínas hace trabajar demasiado al hígado y riñón.