Que el éxito requiere disciplina no es nada nuevo.
Hay muchas formas de conseguir nuestros objetivos, pero según mi punto de vista la que nos puede dar los resultados más espectaculares sin duda alguna es la del entrenamiento diario, la práctica del día a día.
Nos podemos fijar, por ejemplo, en los atletas profesionales. Éstos saben que entrenarse les llevará al éxito. Los largos entrenamientos diarios, las duras sesiones de gimnasio, horas innegociables de descanso, etc., ellos siguen una estricta rutina en la que confían ciegamente para alcanzar su meta.
Viendo ésto a veces me pregunto, si los atletas hacen todo esto, ¿Por qué nosotros nos creemos que el éxito nos va a caer del cielo sin esfuerzo alguno?
Todo objetivo necesita dedicación, esfuerzo y sacrificio.
Debemos saber que detrás del éxito siempre hay una persona con disciplina, que cree en ella y en sus grandes posibilidades, pero que tiene claro que el precio de esta disciplina es siempre menor que el dolor que puede producirle el arrepentimiento de no haber hecho las cosas como debía, de haberse fallado a si mismo y de no haber cruzado la línea de meta que se había propuesto.
Solo tienes que creer en ti, dar un paso al frente y dar la espalda a los miedos como decíamos en otras publicaciones.
Si de verdad quieres salir a lograr tus metas te voy a dar unos consejos:
- Empieza por proponerte pequeños objetivos
- Empieza a marcarte las pautas
- Empieza a marcarte las rutinas
Estos 3 consejos te ayudarán a conseguir subir a la cima. A partir de aquí empezarás a convivir con la disciplina que buscamos y empezarás a crecer junto a tus éxitos.
NO olvides que el éxito requiere disciplina y que:
si te fallas, te fallarás a ti mismo, por lo tanto quiérete y cree en ti, y sobre todo cree en las grandes posibilidades que tienes y las grandes cosas que te esperan, todo está en tus manos, solo lo tienes que desear.
Si no lo haces tú, nadie lo va a hacer por ti.