Seguro que todos nosotros hemos oído a nuestros padres decirnos cuando éramos pequeños que comer zanahoria mejora la vista en muchas ocasiones.
¿Pero, qué hay de cierto ante el mito de que comer zanahoria mejora la vista?
La realidad es que cuando se presenta una deficiencia de Vitamina A (también conocida como Retinol ya que genera pigmentos necesarios para el funcionamiento de la retina, como por ejemplo la Rodopsina) hay dificultades en la visión sobre todo cuando es de noche o cuando no hay mucha luz.
La vitamina A la podemos obtener de distintos alimentos:
- De los alimentos de origen animal (en forma de vitamina A preformada), como productos lácteos, carnes de res, aves, pescado, hígado y huevos.
- De los alimentos de origen vegetal (en forma de provitamina A), como verduras de hoja verde, frutas y hortalizas.
La Provitamina A se denomina así porque cuando llega al intestino se transforma en vitamina A. El tipo más común de Provitamina A es el Betacaroteno (pigmento carotenoide encargado de dar esa coloración anaranjada a los alimentos).
Las zanahorias son ricas en Betacarotenos, nutriente esencial que puede mejorar nuestra salud ocular, pero que no porque comamos muchas zanahorias vamos a ver mejor por la noche, ya que una vez que el cuerpo obtiene la cantidad de vitamina A que necesita, almacena la restante en el hígado para cuando la vuelva a necesitar.
Recuerda que los betacarotenos también son fundamentales a la hora de conseguir una piel en perfecto estado, más brillante, bronceada y bonita.
La conclusión sobre el mito de que comer zanahoria mejora la vista es:
el déficit de vitamina A puede manifestarse con ceguera nocturna (nictalopía), pero su exceso no hará que veamos más ni que mejore nuestra visión.