EL PAN NO ENGORDA
Si, así es, el pan no engorda y aunque seguro que todos hemos escuchado que el pan «engorda», no es cierto.
Lo que es cierto es que todos los alimentos aportan calorías, sino, no serian considerados alimentos. Lo único que no aporta calorías es el agua.
También sabemos que muchas personas cuando se ponen a dieta dejan de consumir pan porque lo culpabilizan de su subida de peso, es decir, que tratan al pan injustamente.
¿Por qué nadie debería dejar de comer pan?
100 g de pan nos aportan aproximadamente unas 260 calorías. Nos aporta hidratos de carbono complejos o de absorción lenta, siendo su componente mayoritario el almidón. Además, nos aporta proteínas de origen vegetal, no aporta colesterol y apenas nos aportará grasa.
También es fuente de vitaminas del grupo B y minerales (calcio, potasio, fósforo y magnesio).
Los hidratos de carbono son los nutrientes que más deben predominar en la dieta de todos y una alimentación equilibrada debe de tener, al menos, el 50% de su aporte calórico total a base de hidratos de carbono.
Pese a este mito de que los hidratos de carbono engordan, señalamos que la OMS aconseja un consumo de 275-375g/día.
¿Las tostadas engordan menos que el pan fresco?
Es frecuente que en regímenes de adelgazamiento se recomiendan biscotes, lo que ha llevado a concluir que el pan tostado engorda mucho menos que el pan fresco.
Pues bien, los nutrientes del pan fresco y de los biscotes son los mismos, la única diferencia es su contenido en agua, por lo cual, su aporte calórico es el mismo.
Al pan tostado al someterle a altas temperaturas pierde agua (el calor provoca una evaporación del agua que contiene) por lo que el biscote pesará menos, pero su contenido en hidratos de carbono y proteínas será el mismo, no se producirán alteraciones en ellos.
Lo que es cierto es que los biscotes tienen una textura más crujiente, por lo cual, realizamos más esfuerzo para masticarlos, con lo que conlleva a tener una mayor sensación de saciedad tras haberlas consumido.